¿Cuándo es necesario ir a urgencias por dolores abdominales?

El dolor abdominal es una queja común que puede variar en intensidad y duración y muchos incluso han ido a urgencias por sentir mucho dolor abdominal. En muchos casos, el dolor abdominal es causado por problemas digestivos menores o una indigestión simple. Sin embargo, existen situaciones en las que el dolor abdominal puede indicar una condición grave y potencialmente mortal que requiere atención médica urgente.

Aquí veremos cuándo es necesario acudir a urgencias por dolores abdominales, ya que algo más grave se puede estar escondiendo atrás:

Cuando hay dolor abdominal severo e inesperado

Cuando experimentas un dolor abdominal súbito y intenso que te deja sin aliento y es completamente inesperado, debes tomarlo seriamente. Imagina sentir un dolor repentino y agudo en el abdomen, que es diferente a cualquier malestar previo y que te impide moverte con facilidad o te provoca sudoración profusa. Este tipo de síntoma requiere atención médica inmediata, ya que puede ser una señal de un problema médico grave que necesita intervención urgente para evitar complicaciones.

Este tipo de dolor puede, pero no tiene que estar indicando problemas graves de salud, como una perforación en el intestino, una obstrucción intestinal, un aneurisma aórtico o incluso un ataque al corazón si se irradia hacia el pecho o la parte superior del abdomen. Por lo tanto, ante cualquier dolor abdominal severo e inesperado, no debes dudar en buscar ayuda médica de urgencia para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Aunque el dolor abdominal severo e inesperado generalmente es motivo de preocupación y debe ser evaluado de inmediato por un profesional de la salud, hay situaciones menos graves que pueden ocasionar malestar abdominal intenso.

Una causa menos grave podría ser el síndrome del intestino irritable (SII), un trastorno común que provoca dolor abdominal severo intermitente, aunque no está asociado con daño físico en los órganos. La acumulación de gases, la intolerancia a ciertos alimentos o el estrés pueden desencadenar episodios de dolor abdominal agudo en personas con SII.

Otra posibilidad menos grave puede ser la distensión abdominal debido a la acumulación de gases en el tracto gastrointestinal, que a menudo se produce después de comer alimentos flatulentos o consumir bebidas carbonatadas.

Dolor acompañado de fiebre alta

También cuando experimentas dolor abdominal junto con fiebre alta, podría señalar una condición médica grave. La fiebre elevada indica una respuesta del sistema inmunológico a menudo desencadenada por una infección significativa o una inflamación aguda en la región abdominal. Condiciones como apendicitis, peritonitis, diverticulitis u otras infecciones abdominales pueden manifestarse de esta manera.

Igual existen situaciones menos graves que pueden causar esta combinación de síntomas, aunque deben ser evaluadas por un profesional de la salud para confirmar el diagnóstico y determinar el tratamiento adecuado.

Una causa menos grave podría ser una infección viral común, como un resfriado o una gripe estomacal, que a menudo se acompaña de fiebre y molestias abdominales leves. Otra posibilidad es la gastroenteritis viral, que puede causar dolor abdominal y fiebre debido a una infección estomacal. También, trastornos gastrointestinales menos graves, como la acidez estomacal, el síndrome del intestino irritable o la gastritis, pueden generar dolor abdominal y en algunos casos, causar una leve elevación de la temperatura corporal.

La combinación de fiebre alta y un dolor abdominal intenso es una señal evidente de que se necesita atención médica urgente, ya que estas situaciones pueden tener complicaciones serias si no se abordan de inmediato.

Dolor relacionado con trauma o lesiones

Cuando el dolor abdominal se origina a raíz de un trauma o lesión, como un impacto contundente o una lesión por accidente, es imperativo actuar con prontitud y buscar atención médica de manera inmediata. Estas situaciones pueden resultar en lesiones internas en órganos abdominales, como el hígado, el bazo, los riñones o el intestino, incluso si los signos externos no son evidentes inicialmente.

Por ejemplo, cuando recibes un fuerte golpe en la región del abdomen durante un accidente automovilístico o una caída desde una altura considerable; aunque no presentes heridas visibles, es posible que se hayan producido daños internos significativos. El retraso en la atención médica puede agravar estas lesiones y aumentar el riesgo de complicaciones graves, como hemorragias internas o peritonitis. 

Pero no siempre tiene que ser un riesgo vital. Por ejemplo, un golpe en el abdomen durante una actividad física intensa o una contusión por un accidente menor podrían causar dolor abdominal sin necesariamente indicar una lesión interna grave.

Otras posibles causas menos graves pueden incluir distensión muscular en la zona abdominal debido a esfuerzo físico excesivo, como levantar objetos pesados o hacer ejercicio vigoroso sin un adecuado calentamiento. También, la indigestión, el estreñimiento o la irritación del tracto gastrointestinal por alimentos picantes o irritantes pueden generar molestias abdominales tras la ingestión.

Dolor abdominal con vómitos persistentes o presencia de sangre

Cuando el dolor abdominal viene acompañado de vómitos persistentes o se observa sangre en el contenido vomitado, es una clara señal de alarma que no debe pasarse por alto. Esta combinación de síntomas, sobre todo el vómito con sangre puede indicar una hemorragia en el tracto gastrointestinal, úlceras estomacales, o incluso una perforación en el esófago o el estómago en el peor caso.

También existen causas menos graves que podrían estar relacionadas con estos síntomas. Por ejemplo, puede ser una simple gastroenteritis, una infección estomacal o intestinal comúnmente causada por virus o bacterias, puede provocar dolor abdominal y vómitos. A su vez, las intolerancias alimentarias, como a la lactosa o el gluten, pueden desencadenar malestar abdominal y vómitos. Incluso el reflujo gastroesofágico, donde el ácido del estómago refluye hacia el esófago, puede causar estos síntomas. También las úlceras gástricas o duodenales pueden generar dolor abdominal y sangrado en el tracto gastrointestinal que se refleja en el vómito.

Si te encuentras en una situación en la que experimentas un dolor abdominal intenso y, además, comienzas a vomitar repetidamente, notando sangre en el vómito, este escenario representa una emergencia médica crítica que requiere atención siempre. La presencia de sangre en el vómito sugiere una posible hemorragia interna, por lo tanto, ante esta combinación de síntomas, no hay margen para la duda: es esencial buscar asistencia médica urgente para un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.

Dolor abdominal con cambios en las heces o problemas urinarios

Es fundamental prestar atención a cualquier cambio significativo en tus hábitos intestinales o problemas urinarios, ya que pueden indicar condiciones médicas serias. Si observas heces con sangre, heces de color negro o alquitranadas (indicando sangrado en el tracto digestivo superior) o tienes dificultad para orinar, es esencial buscar atención médica de urgencia. Estos síntomas pueden ser señales de problemas graves como sangrado gastrointestinal debido a úlceras, hemorroides o cáncer, obstrucción intestinal o infección del tracto urinario. Ignorar estos signos y síntomas puede llevar a complicaciones más severas y retrasar un diagnóstico y tratamiento adecuados. 

Cuando se observan cambios notables en los hábitos intestinales o problemas al orinar, tienes que considerar que, en ocasiones, pueden estar relacionados con situaciones menos graves. Por ejemplo, modificar la dieta de manera repentina, incluyendo alimentos con colorantes naturales o artificiales, puede temporalmente afectar el color y la consistencia de las heces. Además, el consumo de ciertos alimentos, como remolacha, arándanos o suplementos de hierro, puede dar a las heces un tono oscuro o incluso negro, sin que esto signifique necesariamente presencia de sangre.

Asimismo, cambios temporales en los hábitos intestinales pueden ocurrir debido al estrés, infecciones leves del tracto gastrointestinal o alteraciones en la alimentación que desencadenen estreñimiento o diarrea ocasional. Además, la irritación gástrica causada por alimentos picantes o irritantes puede influir en el color o la textura de las heces en el corto plazo.

Dolor persistente en el lado inferior derecho del abdomen

El dolor persistente en el lado inferior derecho del abdomen es un síntoma que debe tomarse seriamente, ya que podría indicar apendicitis, una inflamación del apéndice que puede resultar en complicaciones graves si no se trata a tiempo. La apendicitis es una emergencia médica en la que el dolor tiende a empeorar con el tiempo y puede estar acompañado de fiebre, náuseas, vómitos y pérdida de apetito. La ruptura del apéndice puede llevar a una infección abdominal peligrosa.

El dolor persistente en el lado inferior derecho del abdomen, aunque generalmente asociado con apendicitis, en algunos casos puede tener causas menos graves. Por ejemplo, la acumulación de gases en el colon puede generar molestias y dolor en esta área, causando sensaciones incómodas. Del mismo modo, el estreñimiento, que provoca dificultad para evacuar, puede ocasionar molestias en la parte inferior derecha del abdomen.

Además, el síndrome del intestino irritable, un trastorno crónico que afecta el sistema digestivo, puede ser otra explicación. El SII se caracteriza por dolor abdominal recurrente y cólicos, y puede generar malestar en la región baja del abdomen, incluyendo el lado inferior derecho. Asimismo, en el caso de las mujeres, la ovulación o la menstruación puede ser una causa de dolor en esta zona, ya que puede ocasionar molestias y sensaciones dolorosas, especialmente en uno de los lados del abdomen.

Aunque estas causas pueden ser menos graves, recuerda que si el dolor persiste, se intensifica o se acompaña de síntomas como fiebre, náuseas o vómitos, se debe buscar atención médica sin demora. El dolor abdominal es un síntoma que debe tomarse en serio, especialmente cuando se manifiesta de forma severa, inesperada o está acompañado de otros síntomas preocupantes. Siempre confía en tu instinto y busca atención médica de urgencia si estás preocupado por tus síntomas.