¿Cuándo es recomendable tomar probióticos?
Sep 20, 2023Los probióticos han ganado una gran popularidad gracias a sus posibles beneficios para la salud. Sin embargo, una pregunta que a menudo surge es cuándo es más recomendable tomar probióticos. ¿Deberías tomarlos diariamente o solo en momentos específicos? ¿Debemos tomarlo mientras tomamos antibióticos? ¿Cualquier persona puede tomar probióticos? En este artículo, desglosaremos cuándo es más recomendable incorporar probióticos en tu rutina diaria y cómo pueden beneficiarte en diversas situaciones.
¿Qué son los probióticos?
Antes de sumergirnos en cuándo tomar probióticos, es importante comprender qué son y cómo funcionan. Los probióticos son microorganismos vivos que proporcionan beneficios para la salud cuando se consumen en cantidades adecuadas. La mayoría de estos microorganismos son bacterias, y los más comunes son las cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium. Se encuentran naturalmente en algunos alimentos, como el yogur y el chucrut, y también están disponibles en forma de suplementos.
Los probióticos trabajan en simbiosis con las bacterias presentes en tu tracto gastrointestinal para mantener un equilibrio saludable en la flora intestinal. Esto puede tener una serie de beneficios para la salud, como mejorar la digestión, fortalecer el sistema inmunológico y reducir la inflamación.
Cuándo es más recomendable tomar probióticos
Después de un tratamiento con antibióticos:
Los antibióticos, aunque esenciales para combatir infecciones bacterianas, pueden tener un efecto devastador en la microbiota intestinal, el complejo ecosistema de bacterias beneficiosas y perjudiciales que habita en tu tracto gastrointestinal. Esto se debe a que los antibióticos no distinguen entre bacterias "buenas" y "malas" y pueden eliminar indiscriminadamente muchas cepas de microorganismos. Como resultado, este desequilibrio puede conducir a una serie de problemas digestivos, como diarrea, estreñimiento, hinchazón y malestar abdominal.
Tomar probióticos después de un curso de antibióticos es esencial porque estos microorganismos beneficiosos pueden ayudar a restablecer el equilibrio bacteriano en el intestino. Los probióticos reintroducen cepas saludables de bacterias que pueden haber sido diezmadas por los antibióticos, lo que puede aliviar los síntomas digestivos y prevenir infecciones secundarias. Además, los probióticos pueden fortalecer el sistema inmunológico intestinal, lo que es fundamental para una recuperación completa y para evitar futuros problemas de salud relacionados con el desequilibrio de la microbiota.
Cuando tienes problemas digestivos:
Si padeces problemas digestivos crónicos, la incorporación de probióticos en tu dieta puede marcar una diferencia significativa en tu bienestar gastrointestinal. El síndrome de intestino irritable (SII) es una afección caracterizada por síntomas como dolor abdominal, hinchazón y cambios en los patrones de evacuación intestinal, y se cree que está relacionado con un desequilibrio en la microbiota intestinal. Los probióticos, al ser microorganismos beneficiosos que mejoran la diversidad y la salud de la microbiota, pueden ayudar a regular la función intestinal y reducir la inflamación, aliviando así los síntomas del síndrome de intestino irritable.
En el caso del estreñimiento, ciertas cepas probióticas, como Bifidobacterium y Lactobacillus, pueden contribuir a ablandar las heces y estimular los movimientos intestinales, lo que facilita la evacuación y combate el estreñimiento crónico. Además, los probióticos pueden mejorar la absorción de nutrientes en el intestino, lo que es fundamental para mantener un sistema digestivo saludable y evitar la malabsorción de nutrientes que a menudo acompaña a los problemas digestivos.
Durante viajes o cambios en la dieta:
Los viajes y los cambios en la dieta a menudo van de la mano con la posibilidad de sufrir problemas gastrointestinales, como diarrea del viajero o malestares estomacales. Esto se debe a que los alimentos y el agua en lugares nuevos pueden contener microorganismos que tu sistema digestivo no está acostumbrado a procesar. Aquí es donde los probióticos pueden desempeñar un papel crucial. Estos microorganismos beneficiosos refuerzan la población de bacterias saludables en tu tracto gastrointestinal, lo que puede mejorar la resistencia de tu sistema digestivo a las amenazas externas.
Además, los probióticos pueden competir con las bacterias dañinas por espacio y nutrientes en tu intestino, lo que dificulta que las bacterias no deseadas se establezcan y causen trastornos estomacales. Tomar probióticos antes y durante el viaje puede ser una estrategia preventiva eficaz para mantener la salud digestiva y reducir el riesgo de malestares estomacales mientras vas viajando.
Durante el embarazo y la lactancia:
El embarazo y la lactancia son etapas en las que el cuerpo de una mujer experimenta cambios significativos, incluyendo alteraciones en el sistema digestivo y el sistema inmunológico. Los probióticos pueden desempeñar un papel crucial en mantener un sistema digestivo saludable y apoyar la inmunidad durante este período. Además, los probióticos pueden ayudar a prevenir y aliviar problemas comunes como el estreñimiento, las náuseas y las infecciones urinarias que a menudo afectan a las mujeres embarazadas.
Cuando se busca fortalecer el sistema inmunológico: Se ha observado que los probióticos pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico. Si deseas reducir la frecuencia de resfriados y enfermedades, considera tomar probióticos de forma regular. Esto puede ser especialmente beneficioso en invierno o en situaciones donde estás expuesto a gérmenes con mayor frecuencia. Los probióticos ayudan a mantener un equilibrio saludable de bacterias en el intestino, lo que, a su vez, fortalece tus defensas naturales contra enfermedades y infecciones. Estos microorganismos beneficiosos no solo compiten con las bacterias dañinas en el intestino, sino que también estimulan la producción de anticuerpos y otras respuestas inmunológicas. Tomar probióticos de forma regular puede ayudar a optimizar la función de tu sistema inmunológico, lo que podría reducir la susceptibilidad a resfriados y enfermedades.
¿Cuándo no es recomendable tomar probióticos?
A pesar de los muchos beneficios de los probióticos, hay situaciones en las que no se recomienda su uso o donde se debe tener precaución al considerar su consumo:
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Sistema inmunológicos muy debilitado: Si tienes un sistema inmunológico debilitado debido a una enfermedad grave, tratamientos de cáncer, VIH/SIDA, trasplantes de órganos, enfermedades autoinmunitarias o estás en una unidad de cuidados intensivos, debes ser cauteloso con los probióticos. En estas circunstancias, existe un riesgo elevado de complicaciones o infecciones relacionadas con la suplementación probiótica, y se recomienda consultar a un profesional de la salud antes de considerar su uso.
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Alergias o sensibilidades: Algunas personas pueden ser alérgicas o tener sensibilidades a ciertas cepas de probióticos o a los ingredientes utilizados en los suplementos de probióticos, como lácteos o soya. Si tienes alergias alimentarias o sensibilidades conocidas, verifica las etiquetas de los productos cuidadosamente o consulta a un profesional de la salud antes de tomar probióticos.
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Personas con Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado (SIBO): En casos de SIBO, donde hay un crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado, el uso de probióticos puede ser contraproducente y empeorar los síntomas, ya que introduce más bacterias en un área ya superpoblada. Esto puede exacerbar los síntomas gastrointestinales incómodos asociados con el SIBO, como la hinchazón, el dolor abdominal y la diarrea. Además, algunos probióticos contienen cepas que producen gas como subproducto metabólico, lo que podría empeorar aún más los síntomas de distensión abdominal y flatulencia en personas con SIBO. Por lo tanto, en casos de SIBO, es crucial buscar la orientación de un profesional de la salud antes de considerar cualquier suplemento probiótico. Un enfoque terapéutico específico, como una dieta baja en carbohidratos fermentables (FODMAP) y antibióticos selectivos, puede ser más apropiado para tratar el SIBO y aliviar sus síntomas. La supervisión médica es esencial para determinar la estrategia de tratamiento más adecuada en estos casos y evitar posibles complicaciones.
¿Probióticos durante la toma de antibióticos - ¿sí o no?
Algunas personas encuentran que tomar probióticos durante la toma de antibióticos puede ayudar a reducir los efectos secundarios gastrointestinales, como la diarrea. Por el otro lado, muchas personas sienten que los probióticos pueden ser más efectivos después de que los antibióticos hayan dejado de actuar en el cuerpo.
Como los antibióticos pueden eliminar tanto las bacterias dañinas como las beneficiosas en el tracto gastrointestinal mientras los consumimos, el efecto de los probióticos se puede básicamente anular. Por lo tanto, si buscamos fortalecer el intestino, puede hacer sentido empezar a tomar probióticos inmediatamente después de terminar la toma de antibióticos. Incluso si los antibióticos eliminan muchas de las bacterias beneficiosas de nuestra microbiota, tomar probióticos podrá acelerar la recuperación del sistema digestivo y ayudar a restablecer el equilibrio de la microbiota intestinal una vez que se haya completado el tratamiento con antibióticos.
Monitoreo de los síntomas con la toma de probióticos
El monitoreo de los síntomas al tomar probióticos es una práctica importante y recomendada, especialmente si estás utilizando probióticos por primera vez como parte de tu tratamiento o como suplemento para mejorar tu salud digestiva. Presta atención a cualquier cambio en tus síntomas después de comenzar con los probióticos. Esto podría incluir una reducción en la frecuencia o la intensidad de los síntomas o incluso la aparición de nuevos síntomas.
Los efectos de los probióticos pueden no ser inmediatos, y puede llevar tiempo notar mejoras significativas en tus síntomas. La paciencia es importante, y es posible que se necesite tiempo para que los probióticos ajusten tu microbiota intestinal.
Recuerda que no existe una talla única para todos cuando se trata de probióticos. Lo que funcione mejor para ti podría ser diferente a lo que funcione para otra persona. Antes de incorporar suplementos de probióticos en tu rutina, es aconsejable consultar a un profesional de la salud, como un médico o un nutricionista, para determinar qué cepas y dosis son las más adecuadas para tus necesidades específicas.
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