¿A partir de cuando la diarrea es crónica?

Para entender cuándo la diarrea se convierte en un problema crónico, primero debemos definir lo que significa tener diarrea. Desde un punto de vista médico, la diarrea se caracteriza por heces más blandas o líquidas de lo normal y por un aumento en la frecuencia de las evacuaciones, generalmente más de tres veces al día.

La diarrea puede variar en intensidad, desde episodios leves que desaparecen en un par de días hasta casos más severos que duran semanas. Sin embargo, cuando la diarrea persiste por períodos prolongados, su clasificación cambia.

• Diarrea aguda: dura menos de dos semanas y es la forma más común. Por lo general, es causada por infecciones virales o bacterianas.
• Diarrea persistente: tiene una duración de entre dos y cuatro semanas.
• Diarrea crónica: cualquier diarrea que se prolongue por más de cuatro semanas.

Este último tipo, la diarrea crónica, es motivo de preocupación porque suele ser una señal de condiciones médicas subyacentes más complejas que requieren diagnóstico y tratamiento adecuado.

¿Por qué la diarrea se vuelve crónica?

La diarrea crónica no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma. Puede estar relacionada con diversos trastornos o afecciones, desde problemas digestivos leves hasta enfermedades graves. Entre las principales causas se encuentran las siguientes:

Enfermedades inflamatorias intestinales

Las enfermedades inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, son una causa común de diarrea crónica. Estas condiciones se caracterizan por una inflamación persistente en el tracto digestivo, que no solo provoca diarrea, sino también otros síntomas como dolor abdominal, pérdida de peso y fatiga.

Síndrome del intestino irritable

El síndrome del intestino irritable, también llamado "colon irritable", afecta a millones de personas en todo el mundo. Es un trastorno funcional del sistema digestivo que puede presentarse en diferentes formas: con predominio de diarrea, de estreñimiento o una alternancia de ambos. Las personas con SII-D (síndrome del intestino irritable con diarrea) experimentan evacuaciones frecuentes, urgencia para defecar y, a menudo, incomodidad abdominal.

Intolerancias y alergias alimentarias

Las intolerancias alimentarias, como la intolerancia a la lactosa o al gluten (en la enfermedad celíaca), pueden causar diarrea crónica. En estos casos, el cuerpo tiene dificultades para procesar ciertos componentes de los alimentos, lo que genera irritación en el intestino y evacuaciones líquidas.

Infecciones crónicas

Aunque la mayoría de las infecciones intestinales son agudas, algunas pueden volverse persistentes. Por ejemplo, infecciones parasitarias como la giardiasis pueden permanecer en el cuerpo durante meses si no se tratan adecuadamente. Además, infecciones bacterianas como las causadas por Clostridioides difficile pueden provocar diarrea recurrente, especialmente en personas que han tomado antibióticos recientemente.

Trastornos de malabsorción

Algunas condiciones dificultan que el cuerpo absorba los nutrientes de los alimentos. Por ejemplo, la insuficiencia pancreática exocrina, el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO) o incluso la enfermedad celíaca pueden llevar a diarrea persistente, heces grasosas y pérdida de peso.

Medicamentos

Ciertos medicamentos pueden desencadenar diarrea como efecto secundario. Entre ellos se encuentran los antibióticos, que alteran la flora intestinal, y algunos medicamentos para tratar enfermedades cardíacas o la diabetes.

Cáncer colorrectal o tumores

En casos menos frecuentes, la diarrea crónica puede ser un síntoma temprano de cáncer colorrectal o tumores carcinoides, especialmente si se presenta junto con sangre en las heces, anemia o pérdida de peso significativa.

¿Cuándo buscar ayuda médica con diarrea persistente?

Aunque muchas personas intentan tratar la diarrea crónica en casa, hay ciertos signos de alarma que no deben ignorarse. Estos síntomas pueden indicar una condición más seria:

• Pérdida de peso inexplicada: si notas que estás perdiendo peso sin motivo aparente, es posible que tu cuerpo no esté absorbiendo los nutrientes de manera adecuada.
• Presencia de sangre en las heces: esto puede ser un indicativo de inflamación grave, hemorragias internas o incluso cáncer.
• Dolor abdominal severo: si el dolor es persistente y está acompañado de diarrea, podría ser señal de inflamación o infección en el tracto digestivo.
• Fiebre recurrente: la fiebre puede indicar que hay una infección activa o inflamación sistémica.
• Heces grasosas o de color inusual: heces de color pálido o que flotan pueden ser un signo de problemas en el hígado, el páncreas o la vesícula biliar.

Si presentas alguno de estos síntomas, es fundamental que acudas a un médico. La diarrea crónica no debe tomarse a la ligera, ya que puede tener un impacto significativo en tu salud general.

¿Cómo se diagnostica la diarrea crónica?

El diagnóstico de la diarrea crónica puede ser un proceso complejo que requiere una evaluación exhaustiva de un médico gastroenterólogo. Los médicos comenzarán por recopilar un historial clínico detallado, incluyendo preguntas sobre la duración de los síntomas, la frecuencia de las evacuaciones, los alimentos consumidos y otros síntomas asociados.

A partir de ahí, pueden realizarse diversas pruebas:

• Análisis de heces para buscar infecciones, parásitos o signos de inflamación.
• Análisis de sangre para detectar deficiencias nutricionales, inflamación o enfermedades autoinmunes.
• Pruebas de intolerancia alimentaria como pruebas de aliento para intolerancia a la lactosa o gluten.
• Endoscopía o colonoscopía para observar directamente el tracto digestivo y tomar biopsias si es necesario.

Opciones de tratamiento para la diarrea crónica

El tratamiento de la diarrea crónica depende de su causa subyacente. Por ejemplo las infecciones crónicas suelen tratarse con medicamentos específicos como antibióticos o antiparasitarios. Las intolerancias alimentarias pueden manejarse evitando los alimentos desencadenantes. Las enfermedades inflamatorias intestinales requieren tratamientos más avanzados, como inmunosupresores o terapias biológicas. En casos de malabsorción, es posible que se necesiten suplementos vitamínicos o enzimáticos.

Además, medidas generales como mantener una buena hidratación, consumir probióticos y llevar una dieta equilibrada pueden ayudar a aliviar los síntomas mientras se busca tratamiento.

La diarrea crónica, que persiste por más de cuatro semanas, es un síntoma que no debe ignorarse. Aunque en algunos casos puede estar relacionada con causas benignas, como intolerancias alimentarias, también puede ser un indicativo de enfermedades serias que requieren atención médica. Si notas que la diarrea persiste, no intentes tratarla solo en casa. Consulta a un gastroenterólogo para identificar la causa y después procura un el tratamiento integral que toma en cuenta las causas raíz. Actuar a tiempo puede marcar la diferencia no solo en tu calidad de vida, sino también en tu salud digestiva a largo plazo.