¿Qué es la disbiosis? Causas, síntomas y tratamiento para equilibrar tu microbiota intestina

Nuestra flora intestinal consiste de un sinfín de bacterias beneficiosas, que forman una microbiota fuerte y un intestino saludable. La disbiosis es un término utilizado para describir un desequilibrio en la composición de las bacterias beneficiosas y perjudiciales en el tracto gastrointestinal. En otras palabras, se refiere a una alteración en la microbiota intestinal, que puede causar una variedad de síntomas y problemas de salud.

Los síntomas de una disbiosis pueden variar, pero típicamente pueden incluir:

• Problemas digestivos como diarrea, estreñimiento, hinchazón, gases, acidez estomacal y náuseas.
• Problemas de la piel, como eczema, acné y dermatitis.
• Alergias alimentarias y sensibilidades.
• Fatiga crónica, falta de energía y problemas de concentración.
• Depresión y ansiedad.
• Defensas bajas y tendencias a resfrios. 

Es importante destacar que estos síntomas no siempre son causados por la disbiosis y pueden tener otras causas subyacentes. Si sospechas que tienes disbiosis, es importante hablar con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso.

El término contrario de la disbiosis es eubiosis, que se refiere al equilibrio saludable de las bacterias beneficiosas y perjudiciales en el tracto gastrointestinal. En la eubiosis, las bacterias beneficiosas como las bifidobacterias y los lactobacilos predominan en el intestino y ayudan a mantener la salud del sistema digestivo y del cuerpo en general.

La eubiosis es importante para mantener una buena salud intestinal, un sistema inmunológico fuerte, una digestión adecuada y una absorción de nutrientes óptima. La eubiosis también puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo y la salud mental.

Lamentablemente, la disbiosis se ha vuelto más común en los últimos años debido a diversos factores, como el aumento del consumo de alimentos procesados, el uso excesivo de antibióticos, el estrés crónico y la falta de ejercicio. Todos estos factores pueden alterar el equilibrio de las bacterias en nuestro intestino, lo que puede llevar a la disbiosis.

Hay algunas personas que son más propensas a tener disbiosis en comparación con otras.

Algunos factores de riesgo para la disbiosis incluyen:

• Tomar antibióticos o medicamentos que matan bacterias beneficiosas.
• Tener una dieta rica en alimentos procesados, azúcares refinados y grasas saturadas, y baja en fibra y nutrientes esenciales.
• Tener un sistema inmunológico debilitado debido a enfermedades crónicas, estrés crónico o falta de sueño.
• Tener una enfermedad inflamatoria del intestino como la enfermedad de Crohn o la Colitis ulcerosa.
• Haber experimentado una infección gastrointestinal o una enfermedad que afecta el intestino.

Es importante tener en cuenta que la disbiosis puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, género o estado de salud general. 

La disbiosis en sí misma no es una enfermedad, sino más bien un desequilibrio en la microbiota intestinal que puede contribuir a una variedad de problemas de salud. La disbiosis puede ser un factor subyacente en muchas enfermedades gastrointestinales, como el síndrome del intestino irritable, la enfermedad inflamatoria del intestino y la enfermedad celíaca, así como en otros problemas de salud, como la obesidad, la diabetes y las enfermedades autoinmunitarias.

Tratamiento de la disbiosis

El tratamiento de la disbiosis generalmente se basa en la identificación y el tratamiento de las causas subyacentes, así como en la restauración del equilibrio normal de la microbiota intestinal.

Si sospechas que tienes disbiosis, es importante buscar el consejo de un médico gastroenterólogo para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados. El tratamiento para la disbiosis puede variar según la causa subyacente y los síntomas. En algunos casos, puede ser necesario tomar probióticos y/o prebióticos para restaurar el equilibrio de las bacterias beneficiosas en el intestino. En otros casos, puede ser necesario cambiar la dieta para incluir alimentos ricos en fibra y reducir el consumo de alimentos procesados y azúcares refinados.

Un gastroenterólogo puede tratar la disbiosis de varias maneras, según la causa subyacente y la gravedad de la afección. Algunos de los tratamientos que pueden ser recomendados por un gastroenterólogo incluyen: